julio 29, 2009

No hay

Te observaba desde el tocador, era odio puro lo que sentía por ti.
Llorabas cada noche, no soportabas su desprecio.
Siempre supiste que le gustaba la mediocridad y aún así te entregaste; te dejaste llevar por no querer estar solo.
Sabías que era una trampa desde el inicio, pero es que te gusta sufrir, te gusta estar expuesto.
Y cada noche gozabas las delicias del sexo sin importar lo que esperaba al amanecer.
Milimétricas espinas te atravesaron la piel, nadie te salvo.
Seguía observando.

2 comentarios:

dionelandia dijo...

que bien chicas poosss aqui nos veremos Risas... risas... "_"

karen chiv0 dijo...

ohhh hermoso sin duda, creo k me ha llegado hasta el alma, definitivamente. ....cautivante de sentidos.
si k si
Be Arbor rifas!!!!
chido blog